Estem ací perquè ens estimem la Font Roja.
Demanem, per tant, que es conserven i rehabiliten aquests xalets, sense augmentar ni el volum ni les altures, per a destinar-los als serveis públics que requereixen el Parc Natural i els seus visitants.
Recordem també que hi ha alternatives turístiques menys impactants i socialment més beneficioses que un complex turístic, amb un hotel de luxe de més de 50 habitacions, en el cor de la Font Roja.
Estamos aquí porque estimamos la Fuente Roja.
Somos mucha gente y muy diversa, con el apoyo de muchas entidades, quienes nos hemos juntado hoy con un objetivo común: defender el paraje de la Fuente Roja de un proyecto que le amenaza; que amenaza la conservación de sus valores naturales; que amenaza también los usos públicos tradicionales; que amenaza el patrimonio cultural y la memoria de todos y todas.
La Fuente Roja no es un lugar cualquiera; es una pequeña joya con un gran valor natural. Ya desde el siglo XIV se acordaron las primeras medidas para protegerla; y ahora hace ya más de veinte años que fue declarada parque natural, el primer parque natural del interior valenciano.
También hace casi treinta años que se consiguió la recuperación de todo el espacio del paraje para el uso público de todos sus visitantes. Sin que ya no hubiera, al fin, usuarios de primera y de segunda categoría.
Esperábamos (o al menos, deseábamos) que con estas medidas el futuro de la Fuente Roja ya no correría ningún peligro más; también aspirábamos que nuestros hijos pudieran disfrutar del paraje como lo hemos podido hacer nosotros.
Ahora vemos que no es tan fácil, que hace falta continuar estando alerta. Que siempre hay quien quiere poner los intereses mezquinos de unos pocos por delante de los intereses del conjunto de la sociedad.
El proyecto de un gran hotel de lujo en el mismo corazón del Parque Natural es una amenaza de primer orden, puesto que provocaría un impacto ambiental y paisajístico muy grave en una área especialmente sensible. La construcción y funcionamiento del hotel en este punto rompería su delicado equilibrio ambiental: con más ruido, más tránsito, más consumo de agua y energía, menos silencio, la previsible tala de carrascas centenarias para acceder a un aparcamiento subterráneo, el peligro de la propia fuente, la construcción de nuevas infraestructuras y un largo etcétera que no podemos consentir.
El proyecto (que, por cierto, el Ayuntamiento continúa escondiendo) supondría también privatizar una parte importante del paraje durante un periodo de 40 años, ampliable a 60. Sobre las condiciones de adjudicación, sólo hace falta tener en cuenta una frase del pliego de condiciones: se le permite disponer de "todos los espacios próximos dónde se pretenda desarrollar cualquier actividad relacionada con el uso hotelero". Es decir, un auténtico regalo para la adjudicación con menoscabo del uso público y de la accesibilidad por parte de los visitantes del Parque Natural.
Las facilidades para el hotel contrastan con las limitaciones que ya se están poniendo a los usuarios actuales del paraje y a los servicios esenciales del parque natural. Un buen ejemplo de esto es la supresión de los 'paelleros' o la expulsión de la brigada de mantenimiento que ocupaba parte de los antiguos chalés.
Pedimos, por lo tanto, que se conserven y rehabiliten estos chalés, sin aumentar ni el volumen ni las alturas, para destinarlos a los servicios públicos que requieren el Parque Natural y sus visitantes.
Recordamos también que hay alternativas turísticas menos impactantes y socialmente más beneficiosas que un complejo turístico, con un hotel de lujo de más de 50 habitaciones, en el corazón de la Fuente Roja.
Hay razones más que suficientes para continuar movilizándose defiende de la Fuente Roja. Esta concentración no es ningún final, sino que es el inicio d’una campaña en la cual recurriremos a todos los medios posibles y que no acabará hasta que este proyecto sea totalmente descartado.
Si hoy somos muchos, la próxima convocatoria debemos ser todavía muchos más.
La Font Roja també és nostra. Hotel fora del Parc Natural!